jueves, 7 de junio de 2012

El Genio de Sibenik.



"Hace unos meses mi hijo mayor Luka me preguntó cómo era mi vida cuando yo tenía su edad; su pregunta me hizo gracia.... 

A los dieciocho años en 1.986 acababa de firmar mi primer contrato profesional para jugar al baloncesto en mi país, Yugoslavia. Ese mismo año me llamaron para jugar en la selección nacional de Yugoslavia, ustedes quizás se acuerden; éramos yo, Toni Kukoc, Drazen Petrovic... En 1.988 ganamos la medalla de plata en los Juegos Olímpicos, dos años después ganamos el oro en el Mundial por delante de los soviéticos y Estados Unidos, era un equipo destinado a hacer historia pero, por desgracia, todo se desmoronó. 

Ya han pasado 20 años, y desde entonces llevo un gran peso en el corazón, pero antes de poder contarle a mi hijo toda la historia, tengo que mirar hacia atrás y recordar lo que le pasó a mi equipo, a mis amigos, a mis hermanos..."


Vlade Divac.




Así comienza un viaje espiritual hacia el pasado del que fuera jugador de Los Ángeles Lakers y, a modo de delicia documental, nos transporta a una de las páginas negras de la Historia europea. Aquellos maravillosos años en los que el Technicolor inundaba los salones, donde las envidiadas sonrisas blancas americanas demostraban el fuerte contraste que produce sentirse cima del planeta, se convirtieron en una época de salvajes cambios en un rincón del viejo continente. Se suele afirmar que el relato de un país se escribe con sangre y, de eso, quizás los antiguos yugoslavos sean los que más sepan...

Para quien conozca el contexto pero no el personaje permítanme presentárselo, Drazen Petrovic era su nombre, quizás el jugador de baloncesto más odiado y querido a la vez de todos los tiempos. De pequeño, en la pequeña localidad de Sibenik, el chico gustaba del deporte y la música, amante de la evasión se podría decir, pero llegó un momento desconocido de su vida en el que tuvo que elegir, los estadios le sedujeron más que los teatros, así de simple.

Se ganó múltiples apodos a lo largo de su carrera, pero el que mejor lo define es el de Mozart, introvertido en la vida, respiraba el juego cada minuto de cada hora del día, silencioso y tímido ansiaba en su interior la llegada del siguiente domingo, entrenando horas y horas durante la semana. "Sólo baloncesto, sólo baloncesto..." pensaba el joven Drazen mientras tiraba y tiraba un balón tras otro, depurando aquella picadura letal que tantos dolores de cabeza provocaría después. Disfrutaba de la soledad de la cancha vacía al alba, eso sólo lo conoce quien está llamado a triunfar.

En el partido era otra cosa, el director salía a pista y movía la batuta con energía, despeinado, desenfrenado, intolerante, sin físico alguno luchaba, corría, gritaba y no dudaba, ni en meterla delante de tu atónita cara ni en acordarse de tu bendita madre después, bueno, de la tuya y de la de las miles de almas que llenaban los estadios para no perder ni detalle. Levantaba los brazos, sudaba furia por cada uno de sus poros, miraba con cara de cazador paciente y la clavaba, parece fácil. Componía sinfonías sobre la marcha en un parquet desgastado de la vieja Yugoslavia, destronaba mitos en Europa y enseñaba al mundo el baloncesto que venía... Un adelantado a su época, un visionario del juego y poseedor de la mejor técnica vista nunca sobre una cancha europea.

Hoy se cumplían 19 años de su desgraciada muerte, el chico que se ganó el respeto de los all-stars americanos, el héroe endiosado por el mundo, se marchó de aquí abajo de la forma más terrenal posible; un coche, un camión y una carretera mojada. Por aquel entonces rozaba la treintena y venía de colocar a la comparsa histórica de los New Jersey Nets, en los playoffs de la NBA, pero su país ya no era el mismo y, la maldita política otra vez, le había separado de sus mejores amigos. Sólo allí en el Este saben de verdad lo que se sufrió en una guerra que duró más de una década, siempre la maldita política... 

Por mi parte es todo, poco más puedo añadir que no estropeara más el ambiente, pasen y vean, pónganse cómodos: Bienvenidos al mejor baloncesto de la historia...







viernes, 1 de junio de 2012

Magdaluna.

Bajaba la luna aquella mañana 
como quien baja calle empedrada, 
torpe y somnolienta ansiaba 
con mentirle a la mañana, 
que ya no tenía ganas
la luna llena de nada.
Bajaba la luna cansada, 
como quien canta una balada... 

Soñaba el sol con besarla, 
soñaba con encantarla, 
ansiaba el sol traicionero
sus curvas iluminadas.
Que los lunes la luna lunera 
para el sol no se engalana, 
bajaba la luna cansada, 
como quien salta una muralla...

Si a mi vera has de venir 
bronceado marinero, 
trae al menos una rosa 
que me turbe la mirada, 
ni mi cama es regalada
ni diadema oxidada.
 Soy diosa de tu retiro, 
esquina de los noquieros,
en el reino de los cielos 
Magdaluna me llamaban, 
horizonte rinde cuentas 
y amenaza mis mañanas.

Regálame las espinas,
que ya no tengo ganas...
 Bajaba la luna cansada, 
como quien perdió la palabra...



martes, 22 de mayo de 2012

Comida Familiar.

La mesa está rara, habrá una silla vacía, la del mediano que hoy no viene, andará tirado en alguna plaza. Mientras papá pone la mesa piensa que ya no puede más, toda la mañana lleva en el taxi para tres carreras, y toda la tarde que se va a pegar, incluso si puede permitirse un par de horas nocturnas no les va a hacer asco. La comida siempre es sencilla, la misma vajilla que los ha criado es la que los aguanta de mayores, lo ahorrado es para un futuro mejor, a secas y sin vaselina, y si este verano nos quedamos en casa pues habrá que cortarse con el aire acondicionado, que no está la cosa para lujos. Tenemos que aguantar como sea...

Mamá, mientras tanto, está calentando en la cocina lo que dejó anoche preparado, el puchero que su madre tan bien preparaba, la herencia del que siempre da olor a un hogar varios días, el de toda la vida. Mueve el cucharón y hace cuentas, que si son 400 de hipoteca, más 600 que van a tener que sacar, además de los 800, contando con otros 300 para la chapuza, y que la virgen nos pille "confesaos" y nos mantenga la salud... No sabe cómo lo va a hacer, esta mañana en la oficina escuchaba la radio, los testimonios de esas personas que están peor que ellos y cogía aún más nervios. Al menos nosotros no tenemos que pagar un alquiler para el niño... Se siente extraña.

Apatía casi monótona la del abuelo, sentado ahora en el sillón. Esta mañana se ha llevado a la pequeña al parque, la veía correr y juguetear, sabedor de que aún no se da cuenta de nada, ni tan siquiera de lo agraciada que es por tener la posibilidad de poder expresarse con libertad, todavía. Para ella esto son unas minivacaciones, y es mejor que mantenga su inocencia por lo menos un par de años más, eso piensa el viejo. Le parece todo tan extravagante, el mismo día que su nieto se rasga las vestiduras en cualquier plaza de la ciudad, saltan a la luz declaraciones como la de Esperanza Aguirre o noticias como la de Mourinho, que él es muy madridista y le gusta que renueve, pero uno que ya sabe más que el diablo no le huele bien tanta coincidencia. Se hablará más en las calles de eso que de la lucha de los jóvenes... Los medios, siempre los malditos medios...

Marina, la mayor, está hasta arriba y ha perdido peso. Llega sofocada al ascensor mientras lo nuevo de Marlango quema sus auriculares, siempre le ha gustado evadirse, no se ha metido con nadie y no ha destacado nunca en nada. Tampoco ha querido complicarse, maduró muy pronto, se hizo arquitecta y ahora, se siente traicionada. Sabía lo de la burbuja, sabía que el ladrillo no era pan para toda una vida, pero ella hizo lo que sentía que quería hacer. Cuando salió al mercado era ya un producto obsoleto, se dio cuenta que para lo suyo, o tienes enchufe o te matas cobrando una miseria. Y aquí estamos porque hemos venido...

Saca las llaves repletas de llaveros y su madre ya la siente como si de un cascabel se tratara, no nos merecemos esto, piensa, y coge la olla para llevarla a la mesa. El ambiente es peculiar, como de otra época, parecen competidores inesperados de Cuéntame, y no es una cosa que provoque mucho orgullo en pleno siglo XXI, lo triste es que ellos todavía están hasta bien, cuando la pequeña crezca será otra cosa. No se oye ni el sorber de la sopa casera, alguien intenta sacar a conversación lo de la manifestación de la Falange, pero sólo recibe un "pásame el pan" por respuesta, ya están cansados de la misma historia... Terminan y cada uno vuelve a sus quehaceres con los besos y cariños que corresponden a una familia unida. Mamá y la pequeña se van al super y a las clases particulares, papá al taxi y Marina a la oficina de nuevo, a terminar proyectos que no firmará. El abuelo, vuelve a su cuarto, a intentar dormir la siesta, ha sido una larga mañana, mira la foto de su mujer y pone la radio un rato, mientras suena una vieja canción empieza a cerrar los ojos. Me es todo tan familiar...

 Pobrecito mi patrón,
piensa que el pobre soy yo...
Qué me importa ganar diez,
 si sé contar hasta seis...




lunes, 21 de mayo de 2012

Un día, un sobre de azúcar dijo:


"Hay personas que nos hablan y ni las escuchamos, hay personas que nos hieren y no dejan cicatriz, pero hay personas que simplemente aparecen en nuestra vida y nos marcan para siempre."

Supongo que este cuento trata sobre eso, es distante como el humo de una chimenea que deja un perenne negro sobre el blanco de la pared encalada, tan oxidado ya en la mente que esta es capaz de imaginar las lágrimas que pueden aparecer si se acerca demasiado. Como ese humo, flotamos preocupados por nuestras ilusiones, por sueños infundados en bienestar y nubes de algodón, sin aportar nada nuevo al mundo más que molestias y malos modos. Un grito sordo al aire que no hace nada más que rozar las cumbres de la soledad, que tiñe de blanca empatía nuestra forma de ver todo lo que nos rodea. 

Así de simple sería todo, si no fuera por las personas, por el sintagma que pueden llegar a formar la amistad, la familia o una simple sonrisa cruzada en una anónima calle con un anónimo semejante, todo eso es lo que nos hace humanos, seguimos siendo frágiles pero nos recuerda que, dentro de cada uno, hay un corazón que late al compás del de los demás. Siempre me he dado cuenta de los prejuicios que tod@s tenemos, sin querer observamos a quien nos rodea con suerte de tercera persona y, hasta que no lo reconocemos como alguien particular, común dentro de nuestra monotonía, no llegamos a sentirnos bien a su lado. Supongo que eso es madurar o tal vez sobrevivir, siempre hay reflexiones que no tienen respuesta.

Yo me encerré en mí mismo, otr@s lo llevaron a la amargura y, l@s que más, sólo pasaron página, es así, cada un@ soluciona sus problemas con la misma libertad que los elige, bueno no, eso no sería justo, quizás con el mismo libre albedrío con que le llegan. Cuando lo que nos une se para, cuando los corazones dejan de latir, sólo así es cuando aprendemos lo importante que es mantener el compás con el de al lado. Los cuentos ya sólo acaban bien en el cine, o en la pluma de algún escritor desquiciado, aquí abajo en el mundo real el único consuelo que nos queda es intentar endulzar lo amargo, para poder sobrellevarlo todo sin padecer un ataque de nervios. Saberse querido quizás sea el mayor regalo que existe, saberse recordado debe de ser la más bella razón de nuestro paso por este barrio y ya, lo dejo, porque no puedo seguir escribiendo...



A ML, por guardar los sobrecitos de azúcar, y a ti amigo, que siempre estás presente.

lunes, 26 de marzo de 2012

ARENAS MOVEDIZAS.


Ayer se produjo en Andalucía el cambio que much@s veían venir, la Comunidad entera cambió de hora con la misma disciplina que el quiosquero de Picadilly Square; perdonen la carga irónica de la frase, pero alguien se olvidó durante estas últimas semanas de que, al igual que la gran colonia inglesa acogida en este sur del norte o norte del sur, como prefieran, quizás conducir por la izquierda comprenda una opción tan plausible y aceptable como otras tantas, desde el respeto democrático siempre.

Y si es de tiempos y direcciones de lo que toca hablar, no es más que evidente que el PSOE, aunque tarde y con sudores en la frente, consiguió eludir el atasco y emparejarse con un PP que se creía dueño y señor ya de la A-92, que tantas veces criticó un día, todo hay que decirlo. Tan rápida, fervorosa y orgásmica era la carrera por el poder que, al final, una señora de uniforme verde los tuvo que parar en el arcén, y allí los tiene esperando.

Bromas sin gracia a parte no es mi cometido (ni ganas que tengo, recuerden que soy más andaluz que el palo de la bandera) el analizar los datos, el PSOE pierde, el PP no gana tanto como esperaba e IU vuelve a una posición que hace mucho que no ocupaba, si es que llegó a tenerla alguna vez en la política andaluza y nacional, la de árbitro. Quisiera centrarme en las reacciones, las que observo son sencillas, un@s critican o alaban el anacrónico feudalismo del PSOE andaluz, otr@s obvian o atacan el palpable caciquismo del PP andaluz y tod@s olvidan que quien tiene la sartén por el mango es IU, de Andalucía, y que viva mi tierra y su idiosincrasia, miarma.

Y me reservo el último párrafo para mi gran amigo Javi. Dice Escolar, no lo digo yo, que ayer una pancarta dejó de abrirse en la “celebración” del PP en la calle San Fernando, lo pongo entre comillas porque aquello era más triste que Curro sin Technicolor. “Gracias Andalucía” dictaba el cartel comercial pues no pasaba de la publicidad, no se enseñó porque no tocaba, se ganó pero no sirve para nada y Andalucía ya daba igual. Cuando lo que importa es el líder y no los ideales, la cara pero no las bases, estas se acaban diluyendo, como una escultura de un hombre endiosado encima de arenas movedizas.





(Artículo publicado en iWrite Magazine)

lunes, 19 de marzo de 2012

¿Dónde están los poetas andaluces de ahora?


(ARTÍCULO PUBLICADO EN iWrite Magazine)

Alberti dixit:

¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?

Y el bueno de Rafael se quedó sin respuesta, pues no entendía que el listón que dejaba su generación era tan alto, tan infranqueable, que la alargada sombra de su presencia oscurecería, casi un siglo después, la definición de ser poeta y andaluz a la vez. No me subestimen los que tuvieron a bien nacer de Despeñaperros para arriba, no es cuestión geográfica la que me trae hoy a manchar el blanco puro del papel virtual; la crítica va para el reflejo de cada uno, de los que saben entrelazar rimas con sueños y de los que, en vago intento, sueñan rimar sabiduría entrelazada.

No es casualidad utilizar al gaditano más ilustre, permítame el despiste maestro Falla, para conmemorar el bicentenario de la primera carta magna made in Spain, La Pepa para los amigos. Y es que desde aquel movimiento revolucionario ha llovido mucho pero quizás no ha empapado tanto…

Doscientos años después, que se dice pronto, seguimos en el mismo sitio que estábamos, castas y castas de españolitos nos hemos tragado el orgullo ante los que tuvieron a bien nacer de Los Pirineos para arriba, ahora sí que el tanto es para la geografía. Esta “suerte de Pepe Botella” nos ha convertido en lo que somos, la generación mejor preparada de nuestra historia, la que sólo el futuro definirá como la Perdida, hoy vuelve a hacer sus maletas con una mano por delante y otra por detrás, entonando aquel Suspiros de España que la musa regaló a Álvarez Alonso y, saludando desde el aire, dándole la despedida a esta tierra muerta de reacciones e ideales.

Sorprende a la vez que altera que nadie se sorprenda, valga la “rebuznancia”, al ver hoy Las Cortes de Cádiz engalanadas de modernidad, manchadas de una democracia desgastada, y así nos luce el pelo. Hasta un minuto y medio han aplaudido a nuestro regio soberano, esos mismos políticos que enarbolan banderas en campaña y esconden la mano en legislatura, como se disimula la caspa con limón.

Son más importantes para algunos las conversaciones de barra de bar, los dimes y diretes y el deporte nacional del cotilleo, elija cada cual el tema que más guste o deteste y encontrará la respuesta a lo que mi humilde pluma quiere decir. Y nosotros, que nos sentimos mejores que nadie, que somos vanguardia ideológica, no somos capaces ni de escribir una mala rima que le quite el sueño a más de uno; los mejor preparados de todos los habidos y por haber, pasaremos a la historia por no tener memoria histórica, por no recordar que un día hubo personas que se dijeron BASTA, miraron su reflejo e hicieron que la calle sintiera fluir un VIVA LA PEPA abrasador. Ya nadie habla, nadie mira, nadie siente… ¿Dónde están los poetas andaluces de ahora?




martes, 13 de marzo de 2012

Reflexiones Falderas. (VII)



-¿Chaves una cosa? Las juntas de Andalucía herrán mucho miedo...

-A mí me dan mucha griñán...

-Valderemos en el infierno.

-O en arenas movedizas.


martes, 14 de febrero de 2012

Terapia de Amor.


La jornada había sido larga en el viejo edificio del 14 Rúe del Percebe, donde la consulta privada del psicoanalista más reputado de toda la ciudad hacía las veces de vertedero intimista, frontón imaginado donde escupir toda preocupación incompatible con la conciencia. La habitación, en un ambiente sepia provocado por los interruptores con regulador de intensidad, estaba sumida en la misma calma que tienen todos los finales de jornada laboral. Tras recoger unos papeles, el licenciado se disponía a sacar una botella de vino blanco y dos vasos, escondidos a la curiosa vista de sus pacientes; escuchó la puerta sabedor de la llegada de su atractiva recepcionista, con la que compartiría algo del cariño que ya no encontraba bajo las faldas de su esposa. Pero esta vez no estaba sola, un intento de hombre, rubio y de estatura tan pequeña como la tesitura de unos timbales, esperaba en la penumbra con cara de extrema falta de amor por sí mismo y su gusto por las gafas de pasta.

-Ha llegado un paciente de última hora, Valentín Cupido Fernández.

-Parece grave, que pase.

La nerviosa figura se acercó hacia el centro de la habitación sin sacar sus manos de los bolsillos del pantalón y paseando un caramelo, quizás de miel, dentro de su boca.

-El Fernández no le pega mucho al resto de su nombre.

-Mi abuela materna enviudó siete veces, por causas ya prescritas.

-Interesante, tengo algo de prisa...

-Perdone que le moleste a estas horas doctor.

-Tranquilo, le cobraré el doble.

-Es un alivio.

-Póngase cómodo en ese sofá.

-¿Puedo quitarme los zapatos?

-Y las gafas si quiere. ¿Qué le preocupa?

-Todo empezó hace bastante tiempo, doctor. Pronto se convirtió en un constante azote que no salía de mi cabeza y, estos últimos días ya ni duermo; he perdido el apetito, sólo escucho canciones de Barry White y hasta estuve dos días sin hacer la colada, está siendo muy duro.

-Continúe, explíquese hombre.

-Pues verá, yo me dedico a una de las industrias más poderosas, la seducción.

-Nadie lo diría.

-Antes era más fácil enamorarse, ya sabe, no había televisores, la gente hablaba al llegar a casa con sus compañeros y se mantenía viva la llama más tiempo. Pero ahora, a parte de que hay parejas que rozan la treintena viviendo con sus padres, las cosas no me van igual, ya no consigo la efectividad de antaño y no sé si es que me estoy haciendo viejo o que perdí el atractivo, el gusto por lo romántico.

-¿Ha intentado informarse? Ya sabe, verse reflejado en otros casos, comparar...

-Es lo primero que hice y en qué mala hora, doctor... Consulté foros de Internet, blogs especializados, prensa rosa, amarilla y de todos los colores... Lo veo todo negro, cuando miro a la gente como lo estoy mirando a usted ahora mismo, les imagino unos cuernos virtuales encima de sus cabezas.

-Vaya, eso es interesante aunque no me sorprendería lo contrario.

-¿Voy a necesitar mucha terapia doctor?

-Dudo mucho que este caso corresponda a mi campo.

-¿Pero conoce el diagnóstico?

-Usted sólo padece una rotura de corazón.

-¿Y eso tiene cura?


GAME LOVER.


jueves, 9 de febrero de 2012

Episodios Empáticos Nacionales.



Hoy mi primo, ahorrándome un soporífero panfleto político para el blog y quizás en un ataque de genialidad, ha escrito esto en Facebook:
"¿Que los franceses nos tienen envidia? ¿De qué? ¿De los 5.000.000 de parados? ¿De una tasa de desempleo juvenil de más del 50%? ¿O de los salarios de mierda? ¿O de la jubilación a los 67? ¿O de los recortes en el estado de bienestar? ¿O puede que de nuestros casos de corrupción que se destapan a diario?"
Como sé que no me va a cobrar derechos de autor lo pongo aquí, que para eso es mi primo y lleva toda la vida riéndose de mí cuando quiere, sin que yo reciba ningún ingreso en mi cuenta corriente ni queja alguna salga de mi boca. Bromas familiares que no le importan a nadie a parte propongo un ejercicio de empatía, que quizás sirva de cura de humildad para el público en general, y de suculenta dosis irónica para mi ego en particular, todo hay que decirlo. 
Pongamos que aquí, debajo de los Pirineos donde sale el sol por Antequera, se organizaran grandes eventos deportivos cada año (con todos mis respetos al ajedrez); quizás una vuelta en monopatín por el ancho y basto páramo castellano o el torneo de pimpón más característico del globo, si no el más importante. Pongamos que nosotros inventáramos el campeonato europeo de brisca y que nuestro patrio carácter, llevado al tópico, se basara en elegancia, buena cocina y un gusto gigantesco por la cultura. Por último, pongamos que de repente sin que nadie nos avisara, llegaran Astérix y Obélix con sus trenzas largas y le ganaran a Mortadelo y Filemón en todo lo antes comentado... 
-¡Esto es intolerable! ¡Aquí hay pócima mágica escondida!-
-Hay que hacer algo y sabemos lo que es, les vamos a dar donde más les duele. Ellos, que ahora son más guapos, más listos y preparan mejor la paella se van a enterar de lo que vale un peigne. Saquemos nuestra mejor arma, usemos su falta de humor. No saben reírse de sí mismos, nunca han sabido y en eso nosotros somos los mejores por naturaleza.-
-¿Y cómo lo hacemos?-
-Ya lo hicimos. Salid a las calles y resucitad a la Pepa, es simple, sólo hay que ponerle el casco de Gila y buscar el número de teléfono de la Bastilla.-
-¿Y si no funciona?-
-Siempre nos quedará Lisboa...-
-Creo que era: "Siempre nos quedará París."-
-Ya, pero las francesas no tienen bigote.-


martes, 7 de febrero de 2012

Los Héroes y su Tumba.

Uno de mis poemas favoritos lo escribió el gran Ernesto Sabato (Sobre Héroes y Tumbas). No es nada especial lo sé, pero como siempre pasa en la poesía me transporta a otro mundo, quizás ya lejano u olvidado donde recuerdo demasiadas sensaciones. Lo divertido del arte poético es que cada cual saca sus propias conclusiones; quizás no tengan nada que ver con las de los demás lectores y, casi con total seguridad, no se acercarán ni a la más mínima parte de lo que quería expresar el autor, pero esa libertad de absorción es lo bello de la lírica.

Este poema es especial porque, a parte de la evidencia de ejemplificarnos un escritor en su estado más crudo, habla de aspiraciones, tal vez sueños lejanos o fogonazos de genialidad no palpables a simple vista; todo esto sumado a vuestras propias impresiones querid@s amig@s, con el peso que eso ya conlleva, se convierte en un potaje de pensamientos que cada cual sazonará a su gusto y libre albedrío. No desesperen, no les estoy dando una clase de poesía para aficionados, ya verán como al final todo cuadra. Y de cuadrados vengo hoy a hablar, con sus líneas de cal bien marcadas y, como decía Chillida, en un espacio bidimensional que se vuelve tridimensional cuando alcanza las porterías, razón de más para que los cancerberos sean los entes más raros del "deporte patrio".

A mi corta edad ya he olvidado muchas cosas, no sé dónde hice mi primera excursión, no recuerdo en qué gasté mis primeros ahorros y olvidé cómo se llamaba aquel peluche; sé que era un oso pero debería tener un nombre, todo tiene un nombre... Pero la primera vez que degusté la dulce sensación de meter un balón entre los tres palos, eso no se me olvida. Recuerdo la jugada, fue larga y enmarañada, a modo del más puro calcio italiano, que sólo los niños pueden superar en su inconsciencia táctica, ya me entienden, todos detrás del balón, un rebote y de repente un inmenso vacío delante, entre mi pie, el balón y la red. Fue jugoso, lleno de absurda incredulidad y quizás, con los años, adornado por mi infantil mentalidad pero fue gol, un golazo...

A partir de esto todo fue rodado, la droga ya había causado su efecto y, pese a que ya conocía los equipos y sus jugadores, fue al practicarlo cuando comprendí la grandeza de este deporte. No vengo a hablar de fanatismos, soy culé al igual que otros merengues, colchoneros o verdiblancos... Todos idolatrábamos a los Guardiola, Raúl, Kiko o Alfonso. Hoy quiero traer del recuerdo el olor a sudor, la llegada a los vestuarios de nuestros equipos infantiles, el intento de creernos vencedores aunque luego nos metieran una docena y el orgullo de ver nuestras rodillas magulladas tras la merecida ducha. Hemos comparado heridas, hemos presumido de trofeos y nos ha dado una rabia inmensa que no nos la pasaran.

Pasaban los años y, es lo triste de la vida, las ilusiones se priorizaban a modo de novi@s, estudios o trabajo, dando paso a pachangas semanales, ratos inesperados o hasta a la sustitución por fríos gimnasios y solitarias sesiones de running. Un@ comprende bien esto cuando se da cuenta que la mayoría de los jugadores a los que idolatra son un par de años menores y, triunfos como los de la Eurocopa o el Mundial, a la larga lo desilusionan por creer haberlo visto todo. Son gestas como la del Mirandés las que nos traen el recuerdo del amor al deporte puro, más aún si la musa del fútbol desea que sea el viejo Athletic, el único que mantiene ciertos cánones clásicos, quien no quiera verse domado por los jugadores rojillos, que tienen más de español medio que de futbolistas.

Hoy se enfrentan dos equipos, uno de Primera que da la sensación de que unos colegas pueden llegar a la élite y, el otro, de Segunda B que da la sensación de que unos colegas pueden jugar en la élite. El resultado a estas alturas es lo de menos y lo demás, las portadas y el oportunismo de animar al pequeño por beneficio propio, es sólo un aliciente de lo que rodea al fútbol, el espectáculo mediático. Pero eso poco importa porque, como a Sabato, no nos avisaron de ello cuando éramos pequeñ@s.


Tàpies (1923-2012)

Poema a Antoni Tàpies.

Tàpies: He recibido tu carta. Muy,
muy agradecido por las postales de Miró.
Ahora ya no me falta ninguna. Creo firmemente
en la sinceridad de tu carta y estoy
muy contento de tu paso. Por fin te has dado cuenta
de hasta qué punto va llena de veneno la serpiente
que aún colea. Tàpies: no aplastarán la tierra
los déspotas. Debemos cambiar -me ha
escrito Cabral-, debemos tener la certeza
de que hay que cambiar. Éste es el primer paso.
Veo que tú, sin embargo, has alcanzado la palanca
del arroyo. Has hecho de un árbol
otro árbol. Los árboles
se enlazan unos a los otros.
Que nada de eso se convierta en letra
muerta, fosforescencia de espíritu libresco.
Sí, Tàpies, aquí abajo todavía
el silencio comanda. La flor
y nata del buen vivir se ha vuelto
un montón de oscuridad cercada con cañas.
Dau al Set continúa siendo la oscura revistilla
representativa tan sólo de nuestras minucias.
Ponç, Puig y yo no queremos respirar más
en estas estrecheces y, ante las respuestas
secas del director, hemos dejado de colaborar. Ya verás,
ya verás los números que salen y los próximos que saldrán.
¡Están llenos de muerte, los desventurados!
Siempre el mismo canto triste acompasado
con el sonido de cascabeles podridos. Sin embargo,
al final, han caído, mortecinos y oscuros, las doce,
y nosotros, como te he dicho, hemos encendido la luz
y hemos ganado la explanada.
Envíame fotografías de los cuadros que pintes.
Creo que trabajas mucho. ¿Sale muy
rabiosa tu pintura? No me lo parece.
París y tú ya debéis ser como hiedra
y tronco. Lo malo es que ya se te va
marchitando la rosa de la beca. Cuando
llegues a Barcelona te parecerá que
te hundes en un pozo profundo, sí,
muy profundo. Aquí los ricos se dan besos
en los guantes mientras los pobres arrastran
el culo risco abajo. El jardín de la gaya
ciencia va lleno de adulacristos. Todo
rumorea de silencio. Todos protestan de ello.
Hoy, uno de mayo, los policías van de cuatro
en cuatro.
En fin,
Tàpies, no quisiera que se me amodorrase el alma
teniendo que llamar con estas frases. Baja, amigo,
y todo nos cogerá brillo en las manos
porque, como ya sabes, el tiempo nos da la razón
a nosotros, que tenemos el mejor vino hirviendo
muy cerca del rescoldo.


Joan Brossa, 1 de mayo de 1951
(Versión de Andrés Sánchez Robayna)


domingo, 5 de febrero de 2012

Reflexiones Falderas. (VI)

El veto de Rusia y China ha escandalizado al mundo pero, cuando son Estados Unidos y los países "aliados" los que interrumpen las cosas, no hay tantas caras largas ni indignación. No apoyo a ninguno, me asquea cómo las vidas de personas inocentes se convierten en cifras y ases en la manga. Ni el púgil militar soviético es tan malo, ni el guapo Rocky es tan bueno. A reflexionar...


sábado, 21 de enero de 2012

¡CAI!

Una tarde como cualquier otra, más bien parecida a esta, hace ya seis lustros que un loco corriente fue bendecido una vez más por la musa y, siempre respetando sus raíces, quizás en alguna añeja peña de un empedrado barrio marinero, escribió en una servilleta, de esas con las que juega el levante en atardeceres como el de hoy, unos versos que quedarían para la memoria de su pueblo:

A Diana que es joven le pica, le pica.
Y Carlos le dice: ¿Te rasco gordita?.
¿Y que me haras por la noche?.
Guays, plais, guais, plais, mais.

¿Esperaban algo más serio, verdad? No es necesaria la lágrima fácil para intentar explicar la grandeza de un lugar, no son necesarios ni piropos ni sermones, que no llegarían ni a la cuarta parte de lo que ya se ha escrito, pues cuando la mayoría pensamos que le hemos dado la vuelta a la noria, el gaditano nos cuenta que hay un tornillo suelto en el eje.

Tantas cosas podría decir yo de Cádiz y de su carnaval que no tengo ni capacidad ni calidad literata para poder explicarlas. Desde niño cogía el transistor a escondidas, y pasaba las noches escuchando a esa gente tan curiosa cantando. Yo, que soy de tierra de trovadores, me quedé boquiabierto al admirar por primera vez el doble sentido de un romancero, mientras apaleaba las rimas en una esquina cualquiera. Yo, que no nací en La Viña, marco el compás de un 3x4 en cualquier sitio que puedo, como si de un mostrador se tratara. Yo, he visto a un señor muy serio y respetable, con sus patillas amarquesadas y su pulcra americana, subirse a un escenario y cantar tanguillos con dos coloretes pintados.

Si hasta sé de tía Norica, de los lavaeros y de un Charlot poeta y payaso a la vez. Pero aún así lo único que me sale de dentro para poder definirlo es aquello de "silencio, silencio, silencio, que esto es Cai, Cai; si no se te levanta el vello, esto es lo que hay..." pues no hay palabras que lo definan mejor. Con el paso de los años, he comprendido que le debo a esa ciudad mucho más de lo que nunca le podré devolver. Por su gente, por su arte, por su ironía y porque he madurado sabiendo degustarla.

Esta noche se abrirá el telón de nuevo y Momo reinará mientras doña Cuaresma se lo permita. Yo seguiré como siempre, con oreja y media atento a lo que se dice, a lo que se critica; a la voz del pueblo que ahora tiene la oportunidad de pasar revista y enrojecer a más de un@. Sin derrotismos, sin menosprecios, con la simple y humilde afición y buen gusto que conjuraron los grandes maestros. Como aquel bendito majareta que una tarde como la de hoy, con su antifaz de hojalata por escudo, cansado de las penurias del que cada día sólo es alguien más, se impuso la tremenda carga de que cada Febrero la cultura de su tierra siguiese viva y, aunque los años se hayan disuelto en el tiempo y la hierbabuena se le secara, su legado sigue vivo y su obra ha hecho un pacto con la eternidad; seguro no existe mejor premio que ese. ¡CAI!



El techo de Sevilla.

Un par de artículos son los que me rondan la cabeza en este mediodía de soleada estampa y frío ambiente. La primera impresión que hoy tengo a bien traer a este blog, es una opinión personal sobre un tema habitante del candilero actual. Se abre el telón de la polémica por la construcción de la Torre de Cajasol, sita en la Isla de la Cartuja. Tras la Expo 92 esta zona quedó abandonada y, sólo con el paso de los años, se le ha dado cierta minúscula relevancia a modo de motor económico local.

Ahora se levanta un monstruo de hormigón que sería utilizado para la apertura de nuevas oficinas y, claro, la historia vuelve a repetirse. "¿Cómo son capaces de erigir una Babel sevillana? La única dueña del techo hispalense es la eterna Giralda y su omnipresente giraldillo, y nada ni nadie puede optar a tal honor." Esto se escucha en las esquinas tertulianas, donde la idiosincrasia rezuma aires de grandeza. Para colmo la Unesco amenaza con quitarle el privilegio de patrimonio histórico de la humanidad, por atentar contra la belleza natural de la capital del Guadalquivir oriental. Me parece triste que se caiga en estos absurdos rodeos a estas alturas. Sevilla necesita hacer lo mismo que se hizo en el pasado, respetar lo antiguo y llamar a la puerta de lo moderno, sólo así seguirá siendo ejemplo y vanguardia.

Cuando el flamenco fue elegido por la Unesco para adornar sus listas de éxitos, de mis manos salió la siguiente frase: "El problema no está en que el flamenco sea o no sea patrimonio de la humanidad, si no en si la humanidad está preparada para aguantar tanto patrimonio", pues eso mismo digo ahora, con todo lo que conlleva. Sevilla seguirá siendo Sevilla, no necesita pertenecer a ningún ranking absurdo si es que se atrevieran a quitarla del medio (cosa que dudo), pero voy un poco más allá, Sevilla será aún más Sevilla con la torre que sin ella, y ese sí es el orgullo patrio que deberían tener los hispalenses. El techo de esta ciudad es bien caro y lo seguirá guardando la Giralda cada atardecer, pero sus fronteras habitan en sus propias ambiciones, no en el criterio de ningún "experto" en ambigüedades.

Colgada en las nubes // Hanging on the clouds

viernes, 13 de enero de 2012

Ciegos.

Siempre me he preguntado cómo sabe un ciego si está despierto o dormido... Puede que la oscuridad sea alivio para el alma incomprendida, es posible que la incomprensión oscurezca las almas de los que podemos ver. ¿Pero quién mira en realidad, el ciego con su corazón o nuestros invidentes corazones? 

Es como cuando piensas que algo te puede hacer daño y aún así lo sigues haciendo, absurdo pero real. Muchas veces hemos amado, muchas más hemos odiado y, pese a palpar la duda de lo que de verdad nos conviene, mantenemos nuestras decisiones quizás más por orgullo propio que por humildad ajena. De lo crudo y humano al razonamiento de andar por casa; sabías que esa bolsa de la compra no iba a aguantar y al final se rompió, sabías que el plástico cedería en el tortuoso trayecto hasta tu casa y ahora tienes el resultado, tus preciadas manzanas rodando por el suelo y tu cómica estampa intentando recogerlas, con la misma efectividad que una de esas máquinas de feria que atrapan peluches con un gancho. 

Quizás el mayor defecto que tenemos las personas es que creemos saberlo todo o mejor dicho, aspiramos a saberlo todo, sin entender que eso no es posible, que quizás el más sabio de todos los sabios es quien comprendió que el conocimiento absoluto no existe. Sólo reconociéndonos como ignorantes, sólo prediciendo lo evidente seremos capaces de ver más allá de nuestras propias fronteras, como ciegos de cerrado horizonte pero de amplias facultades.
 
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