Bajaba la luna aquella mañana
como quien baja calle empedrada,
torpe y somnolienta ansiaba
con mentirle a la mañana,
que ya no tenía ganas
la luna llena de nada.
Bajaba la luna cansada,
como quien canta una balada...
Soñaba el sol con besarla,
soñaba con encantarla,
ansiaba el sol traicionero
sus curvas iluminadas.
Que los lunes la luna lunera
para el sol no se engalana,
bajaba la luna cansada,
como quien salta una muralla...
Si a mi vera has de venir
bronceado marinero,
trae al menos una rosa
que me turbe la mirada,
ni mi cama es regalada
ni diadema oxidada.
Soy diosa de tu retiro,
esquina de los noquieros,
en el reino de los cielos
Magdaluna me llamaban,
horizonte rinde cuentas
y amenaza mis mañanas.
Regálame las espinas,
que ya no tengo ganas...
Bajaba la luna cansada,
como quien perdió la palabra...
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