
Deprimente situación actual, y urgente como un chupito para suplir las deficiencias económicas ante una borrachera inminente y deseada, la cual ya no puede ser aderezada ni con la leve calada de un pitillo, a la sombra de una barra infestada de espuma alcoholizada, que intenta esconder las cicatrices de una mala gestión. Las últimas comparecencias de nuestro presidente, me recuerdan a la interpretación de Homer Simpson del rey Salomón, comiéndose la tarta y matando a sindicatos y patronal a la vez. Es como una lucha épica de titanes hacia la inevitable derrota del sistema.
Mientras tanto a los encapuchados les da por recordar que siguen ahí en la sombra, esnifando pólvora, llorando la sangre avergonzada de sus propias víctimas y degustando un cóctel molotov en invernación constante. Una guerra fría que explotará tarde o temprano, como el poso del aceite cuando se mueve una botella tras mucho tiempo en la despensa.
Nos han engañado, no demuestran nada y mantienen su aburrido discurso de que todo sigue bien, sin subvenciones ni apoyo a los adultos del mañana y con deudas multimillonarias negociadas por y para entidades bancarias, que ya solo mantienen un logo bonito y mucha caspa en los viejos trajes caros. Así se presenta 2011, una autopista hacia el infierno de lo más heavy, sin punkies que quemen contenedores o protesten por protestar. Bienvenidos al inverosímil mundo de Perry Manson, al oscuro abismo de la miseria económica en pleno siglo XXI, acabáramos.