(ARTÍCULO PUBLICADO EN iWrite Magazine)
Alberti dixit:
¿Qué
cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?
…
Y el bueno de
Rafael se quedó sin respuesta, pues no entendía que el listón que dejaba su
generación era tan alto, tan infranqueable, que la alargada sombra de su
presencia oscurecería, casi un siglo después, la definición de ser poeta y
andaluz a la vez. No me subestimen los que tuvieron a bien nacer de Despeñaperros
para arriba, no es cuestión geográfica la que me trae hoy a manchar el blanco
puro del papel virtual; la crítica va para el reflejo de cada uno, de los que
saben entrelazar rimas con sueños y de los que, en vago intento, sueñan rimar
sabiduría entrelazada.
No es casualidad
utilizar al gaditano más ilustre, permítame el despiste maestro Falla, para
conmemorar el bicentenario de la primera carta magna made in Spain, La Pepa
para los amigos. Y es que desde aquel movimiento revolucionario ha llovido
mucho pero quizás no ha empapado tanto…
Doscientos años
después, que se dice pronto, seguimos en el mismo sitio que estábamos, castas y
castas de españolitos nos hemos tragado el orgullo ante los que tuvieron a bien
nacer de Los Pirineos para arriba, ahora sí que el tanto es para la geografía.
Esta “suerte de Pepe Botella” nos ha convertido en lo que somos, la generación
mejor preparada de nuestra historia, la que sólo el futuro definirá como la Perdida, hoy vuelve a hacer sus maletas con una
mano por delante y otra por detrás, entonando aquel Suspiros de España que la
musa regaló a Álvarez Alonso y, saludando desde el aire, dándole la despedida a
esta tierra muerta de reacciones e ideales.
Sorprende a la
vez que altera que nadie se sorprenda, valga la “rebuznancia”, al ver hoy Las
Cortes de Cádiz engalanadas de modernidad, manchadas de una democracia
desgastada, y así nos luce el pelo. Hasta un minuto y medio han aplaudido a
nuestro regio soberano, esos mismos políticos que enarbolan banderas en campaña
y esconden la mano en legislatura, como se disimula la caspa con limón.
Son más
importantes para algunos las conversaciones de barra de bar, los dimes y diretes y el deporte nacional
del cotilleo, elija cada cual el tema que más guste o deteste y encontrará la
respuesta a lo que mi humilde pluma quiere decir. Y nosotros, que nos sentimos
mejores que nadie, que somos vanguardia ideológica, no somos capaces ni de
escribir una mala rima que le quite el sueño a más de uno; los mejor preparados
de todos los habidos y por haber, pasaremos a la historia por no tener memoria
histórica, por no recordar que un día hubo personas que se dijeron BASTA,
miraron su reflejo e hicieron que la calle sintiera fluir un VIVA LA PEPA abrasador. Ya nadie
habla, nadie mira, nadie siente… ¿Dónde están los poetas andaluces de ahora?
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