Esta mañana estoy de enhorabuena, mi bloque de pisos está sufriendo la llamada "Reestructuración Laboral en el ámbito de la construcción", es decir, que estamos de obras y mi despertador es un tal "Manué" pidiéndole ladrillos y un poco de "meneo" por las mañanas a su "compare Juanmanué", que es de Carmona y su mujer es maestra de escuela en Los Palacios, todo sea por un bendito ascensor que suba sin esfuerzo mi compra semanal hasta el cuarto piso. Tras varios improperios que deberían estar prohibidos a esas horas de la mañana, me han convencido y me he levantado, decidido a desayunar entre la alegre musicalidad de los martillos, he puesto la televisión y, para mi sorpresa, en Telecinco no había corazón sino una entrevista a Rosa Díez (UPyD), antigua socialdemócrata y actual socialdemócrata pero con traje en vez de chaqueta de pana.
Siempre he seguido la evolución de su partido, desde su retirada del PSOE y su entrada en el centro político nacional, me parecía una buena idea mezclar la derecha democrática junto con la izquierda moderada, si algo hay que valorarle a esta mujer es su empeño en socializar la derecha mientras populiza la izquierda, es decir, que se está metiendo en camisa de once varas y sus comentarios se están volviendo un tanto ácidos con el tiempo.
Distintos temas ha tratado con tanta paciencia como yo con mis amigos obreros, en materia de economía su posición a día de hoy es "completamente distinta a la del gobierno", según ella hay que levantar la economía desde el apoyo a la empresa y teniendo en cuenta al ciudadano, con inversiones de futuro y aplicando recortes a la administración, es necesario convocar elecciones y todas esas cosas, es decir, mantiene un discurso parecido al del PP actual, la culpa es de ZP y que se las arregle él solo mientras yo gano poder electoral, mi maldita memoria me ha recordado a esa Rosa socialista hablando de bienestar y prosperidad, si todos luchábamos juntos por el bien del país y, de paso, a ese Partido Popular gobernando y pronosticando una subida del 3% en el PIB en el año 2009 y de un 3,6% en el año 2010, que no es que Rodrigo Rato se equivocara, no por Dios, es que el precio del suelo dejó de ser rentable vaya usted a saber porqué.
En cuanto a las autonomías, uno que es un humilde cateto de provincias pensaba que el debate de las autonomías se acabó allá por 1978, ha hablado de la nacionalización del poder empezando por Madrid hasta las distintas capitales sin extremismos y en consenso con el poder nacional, yo creía que esto era ya lo que se hacía pero parece ser que no, también se ha centrado en su última conferencia en la Universidad Autónoma (¡Qué coincidencia!) Catalana, en la que sufrió un boicot por "una pequeña masa que no representa a la comunidad universitaria", si algo hay que valorarle es que supo mantenerse en sus cabales, y no se puso a levantarle el dedo corazón a los exaltados como nuestro ex-presidente Jose María Aznar, que ahora aboga por la "acción/reacción" que antes se le olvidaba cuando le convenía.
Me lo estaba pasando genial, pese al pelo del presentador, yo juraría que antes estaba más calvo, supongo que Berlusconi va pasando su receta crecepelo personal por allá donde ejerce poder, lo comprobaremos si a Manu Carreño (perfil en Cuatro) le desaparecen esas entradas prominentes. Díez también ha tenido sitio para dos temas de actualidad, Garzón y Venezuela han sido dos puntos bastante divertidos en el programa. Respecto al juez, su suspensión y la relación del actual gobierno con el "Caso Faisán", que solo de imaginarme yo a Rubalcaba llamando al bar, me recuerda a Gila y ya me estoy descojonando, Rosa ha dicho que "Garzón debería politizar menos su posición y confiar más en sus compañeros de profesión", ay Rosita, como se nota que ya no te hace la cama para ser ministra. En el tema de Venezuela y su relación con ETA, al parecer somos un país que permite cualquier acción a los "gobiernos latinos no democráticos", me parece que no va a ser posible, pero vendería mi alma al diablo por ver a doña Rosa reunirse con el cuarto productor petrolífero mundial, en una mano la carpeta del director de Repsol y en la otra la del señor Banco Santander, a ver qué pasaba entonces. Hoy se va a hablar de Venezuela en el Congreso, ¿a que al final sale Cuba por algún lado?
En fin, dijo el déspota Rosseau que "el hombre es naturalmente bueno, es la sociedad la que lo corrompe", y creo que eso es lo que está pasando con Rosa Díez, intenta hacer las cosas bien, pero habrá que verla cuando tenga esa "llave para gobernar y saber gobernar" que ella tan bien ha definido. A dos años de las elecciones (si no hay sorpresa) no hay un arquitecto en condiciones que presente un buen proyecto para esta obra, hacen ruido por las mañanas pero todo queda en bocetos, solo quieren ganar reconocimiento personal, pese a que quien pierda, sea España.