jueves, 16 de septiembre de 2010

Miedos@s Racionales.

La vida es una película de miedo con un toque de palomitas y refrescos, que producen un efecto placebo bastante balsámico. Somos lo que queremos percibir y para comprenderlo, los distintos tipos de dudas, entre ellos el miedo, son la mejor terapia de choque para ese psicoanálisis que es nuestro paso por este mundo, de ello depende nuestra socialización y el control de calidad de nuestro entorno.

Desde la más tierna infancia no soportamos las habitaciones oscuras y no nos fiamos de cualquier extraño, aunque sea un señor de blanco que nos acaba dando una piruleta, en la comprensión de nuestro entorno está nuestro crecimiento como personas, y pasamos de ser simples entes habitadores para convertirnos en pequeños Sócrates con pelillos en el bigote.

En la adolescencia los miedos se exageran debido al subconsciente hormonado que nos provoca la pubertad, tenemos miedo al otro, al distinto, al desigual, las convicciones sobre nuestra forma de ver las cosas se van afianzando y es la etapa en la que empezamos a comprender el abismo que se nos viene encima, de repente, alguien ha cortado la red de seguridad que nos ofrecían nuestros padres y la soledad gigantesca que provocan tantos cambios es un proyectil que nos transporta a un lugar desconocido, esa es la madurez.

La misma que nos llega sin motivo ni aviso alguno, quizás no somos conscientes ni de si lo somos y es posible que algunos nunca lleguen a tenerla, es la balanza de la vida, en la que comprendemos que somos efímeros, que pese a todas las patadas que te pueda dar tu existencia nunca hay que temer a nada, siempre hay que intentar enseñar ese lado agradable del mundo a nuestros predecesores y que todos los errores tienen una solución y una lección, aprendemos a protegernos en nuestra coraza que tiene mucho que ver con las convicciones creadas durante la adolescencia, los pilares en los que se basa nuestra conciencia, ya sean trabajo, familia, amigos o coleccionar sellos, eso lo elige cada uno.

Tras tantas situaciones solo se mantiene una cosa en nuestras mentes que nos quita el sueño, esa es la muerte, el fin de todo, pero de eso se encarga la vejez, esa tercera edad que nombran las frías estadísticas, en la que solo legamos nuestra experiencia al mundo, como si eso fuera poca cosa. Entonces comprendemos lo que nos ha aterrado durante todos esos largos años, nuestra despedida es lo más natural del mundo, simple evolución. Pasamos una vida entera dudando para terminar aceptando que el temor es el sentimiento más normal, puesto que nos ayuda a salir adelante, y acabamos nuestros días solo teniéndole miedo al propio miedo, puesto que tras tantas batallas vistas y vividas ya no nos queda nada más con lo que atemorizarnos.

No hay comentarios:

 
Paperblog Territorio ñ Licencia de Creative Commons
Blog I love Turre by GAG is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.